viernes, 16 de diciembre de 2011

Etapa de esplendor para el sindicato

1970 será el año en que se recuperara el gremio y cae definitivamente la dictadura de Onganía.

El comienzo de la década encuentra a Jorge Di Pascuale en pleno desarrollo y construcción del Peronismo Revolucionario, apoyando el accionar de las organizaciones especiales, como las llamó Perón, y apuntalando un nuevo sindicalismo del cual fue mentor: Sindicalismo de Liberación. Alejado de las estructuras entreguistas del Partido, mantuvo su identidad, rescatando el rol histórico del Movimiento, su proyecto revolucionario y la necesidad del retorno de Perón para ponerse al frente de esa revolución.

Es que por entonces, Di Pascuale, con otros compañeros que expresaban la más lata conciencia política y el grado mayor de compromiso con las luchas de nuestro pueblo, crean el Peronismo de Base, organización nacional que se propone desarrollar una instancia organizativa por fuera del Partido Justicialista, con el objetivo de contener la expresión combativa de los trabajadores y apoyar a los sectores que proponían una salida revolucionaria, que por entonces era ampliamente mayoritaria en todo el territorio nacional.
Por otro lado, resulta notablemente la amplitud de pensamiento de quien sin renunciar a su identidad política y trayendo en su mochila una trayectoria implacable en las filas del peronismo, era a esa altura, capaz de contener a las distintas variantes del pensamiento revolucionario.

La experiencia de Jorge Di Pascuale en la propia intimidad del peronismo, lo había llevado a un desencanto total con los sectores que habían claudicado durante 17 años y nada esperaba de ellos.

Los había visto de cerca incorporarse al sistema y ser parte de lo más retrógrado de la política nacional. Los había visto traicionar a Perón y a los trabajadores y la dinámica de un pueblo en la calle luchando contra las dictaduras y los gobiernos cómplices de la ilegitimidad lo convenció de la posibilidad de alcanzar el poder para el pueblo y construir una sociedad más justa, libre y soberana, tal como lo aprendimos durante la década del gobierno peronista.

Perón produce cambios en la burocracia sindical e impone a Rucci en la Secretaría General de la C.G.T. El líder avanza en una política de lucha integral, donde contiene desde las organizaciones armadas, hasta los sectores burocráticos, pero Jorge Di Pascuale tiene una brillante historia, muchos palos sobre el lomo y la autoridad moral suficiente para expresar su disidencia sobre esa estrategia. Intuye, que tal manera de actuar dejará en el camino a los compañeros que ofrecieron la vida y la libertad por sus ideales. Los hechos le darán la razón.

En 1971, la contestación de Perón a una carta enviada por la Agrupación “Lealtad y Soberanía” (fundada por Di Pascuale) trae el apoyo a la tarea que llevan adelante contra la dictadura.

1972 fue un año en el que se mezclaron alegrías y tristezas, logros y frustraciones.
En lo gremial, logramos la adquisición del primer hotel de turismo, el Benidorn, en la Perla del Atlántico, dando inicio al turismo social, sin privilegios de ninguna índole.

En lo político, la presión popular y la decisión inquebrantable de Perón de retornar al país, forzaron al gobierno del general Lanusse a negociar un proceso de transición. Sin embargo, la derecha enquistada en el entorno del líder justicialista ya había ganado la pulseada desplazando del centro de la escena a los mejores cuadros de la resistencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario